Préstamos y créditos sirven como una ayuda financiera, siempre y cuando se utilicen con responsabilidad. Hay gente acostumbrada a financiar sus necesidades pidiendo dinero prestado, comprometiéndose a devolverlo en un plazo determinado, sino luego no son capaces de cumplir con el contrato. Entonces, lo primero que se les ocurre a algunos en esta situación es pedir otro préstamo para cubrir el primero.
Ese es un error fatal, puesto que si ya tenían problemas con el primer préstamo, es muy probable que no puedan asumir el capital, los intereses, las comisiones y todos los gastos que conlleva su nuevo crédito, entrando en una espiral de sobreendeudamiento del que no será fácil salir. Entonces, ¿qué otras alternativas quedan?
Prórroga del crédito
Si ves que se acerca el plazo de vencimiento y sabes que no puedes hacerle frente, ponte en contacto con el prestamista y solicita algo de tiempo más. Esta opción es accesible en muchas entidades que conceden préstamos y créditos.
Ampliación del plazo de reembolso
En algunos casos, si se trata de un prestamista que conoce tu historial de ingresos y pagos a tiempo, puedes negociar de manera directa unos pagos de cuotas menores pero durante más tiempo.
Reunificación de deudas
La otra opción sería reunificar deudas a través de un único crédito con una sola cuota, reduciendo la cantidad a pagar cada mes a cambio de ampliar el plazo. Es decir, pagarás más en total pero hace mucho más fácil el mes a mes.