Prestamista y prestatario: quiénes son y en qué se diferencian

authorPatricia García BeneytezFecha de la publicación: 03.02.2021
Prestamista y prestatario: quiénes son y en qué se diferencian

Sin prestamista no hay dinero que ceder, y sin prestatario no hay préstamo. Ambas partes son necesarias para que podamos hablar de contrato de préstamo, el cual debe incluir los derechos y obligaciones con los que cuentan ambas partes.

Cuando se habla de solicitud y concesión de préstamos se mencionan los términos “prestamista” y “prestatario”, pero es posible que nunca hayamos tenido clara la diferencia entre ellos. Pues bien, se trata de una terminología fundamental que debemos conocer, sobre todo si vamos a solicitar una prestación económica a cualquier particular o entidad financiera.

Definición de prestamista

El prestamista es la persona física o jurídica que cede el dinero a alguien a cambio de su devolución en un plazo determinado. Es decir, si un individuo cede una cantidad de dinero sin establecer la obligación de su devolución en el futuro, este no puede ser considerado un prestamista.

Además, los prestamistas recibirán el pago de los intereses generados junto con el importe total prestado.

Tipos de prestamistas

En general, los prestamistas más comunes son los que se muestran a continuación:

  • Prestamistas bancarios: como su propio nombre indica, son las entidades bancarias las que actúan como prestamistas al ofrecer la cesión de dinero como parte de sus productos. En general, las condiciones que ofrecen los bancos en términos de tipo de interés y plazo de devolución son bastante atractivas. Sin embargo, a veces el prestatario no cumple con los requisitos necesarios para la concesión del préstamo o bien lo que demanda el banco para acceder a este tipo de producto no resulta de interés para el cliente.
  • Prestamistas no bancarios o de financiación alternativa: son una posibilidad de financiación muy extendida en los últimos años y que suponen una gran competencia a la banca tradicional. Se trata de plataformas online donde diversos inversores se reúnen para ofrecer préstamos a clientes. En general, aceptan un mayor tipo de riesgo que los prestamistas bancarios, pero a cambio de un tipo de interés más alto.
  • Prestamistas individuales: se trata de personas físicas que se prestan a ofrecer financiación exigiendo menos requisitos que los bancos. Por ello, suelen cobrar un mayor tipo de interés e incluso solicitar una garantía o aval para asegurarse de que su capital será devuelto.

Tipos de préstamos

Igual que existen diferentes tipos de prestamistas, estos pueden ofrecer diversos tipos de préstamos a los clientes:

  • Préstamos sin garantía: estos préstamos se caracterizan porque el prestatario no debe ofrecer nada como garantía de devolución del importe recibido. En general, se trata de préstamos rápidos cuyos importes no son muy elevados y que cuentan con plazos cortos de devolución y altos tipos de interés.
  • Préstamos blandos: al contrario de los anteriores, los préstamos blandos tienen intereses más bajos y el plazo de devolución suele ser largo. Por ejemplo, una hipoteca es un ejemplo de préstamo blando.
  • Préstamos de garantía personal: en este tipo de préstamos, en caso de no poder devolver la totalidad del préstamo más los intereses, el prestatario se compromete a responder con su patrimonio actual y futuro.
  • Préstamos de garantía real: en este caso, el prestatario deja como prenda un determinado activo que pasará a ser propiedad del prestamista en caso de que el primero no pueda devolver la cantidad prestada.

Definición de prestatario

Al hablar de prestatario nos referimos a la persona física o jurídica que recibe el dinero y que debe proceder a su devolución total en el plazo acordado entre ambas partes.

En general, el prestatario es una persona física que recurre a una entidad financiera a solicitar ayuda económica para cubrir un gasto al que no puede hacer frente. Por ejemplo, abonar facturas atrasadas, la reparación de un electrodoméstico, una reforma, etc.

No obstante, el prestatario también puede ser una persona jurídica, esto es, cualquier entidad que necesite solicitar un préstamo para hacer frente a sus gastos.

Derechos del prestatario: protección en la ley

Para que la operación financiera del préstamo sea válida es necesario que se formalice mediante la firma de un contrato que debe detallar ciertos elementos para que tenga validez legal. Además, en el contrato deben reflejarse los siguientes derechos con los que cuenta todo prestatario al contratar este producto:

  • Derecho al reembolso anticipado: el prestatario tiene el derecho a devolver de manera anticipada la cantidad de dinero prestada, finalizando así el contrato con la entidad antes de lo previsto.
  • Posibilidad de cancelar el contrato sin coste ni gastos adicionales: dentro de los 14 días posteriores a la firma del contrato. A partir de esa fecha, si el prestatario cancela el contrato tendrá que pagar igualmente la cantidad prestada más los intereses generados.

Obligaciones del prestatario

Por su parte, el prestatario también adquiere una serie de obligaciones con la firma del contrato del préstamo, que son:

  • El pago puntual de los intereses generados, así como de cualquier otra comisión establecida en el contrato.
  • El pago del importe total recibido durante las cuotas establecidas o en la fecha acordada.
  • Facilitar la documentación financiera requerida por el prestamista para que pueda estudiar la viabilidad y riesgo de la operación.
  • Utilizar los fondos recibidos para el fin que indicó en un principio.

Fuentes: Economipedia, El Economista, Prestamistas

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Autor del artículo:

Patricia García Beneytez

Patricia es Graduada en Economía por la UNED. Ha residido en Irlanda desde 2013 a 2020, donde ha trabajado en empresas financieras.