Interés nominal: qué es y para qué sirve

authorPatricia García BeneytezFecha de la publicación: 24.02.2021
Interés nominal: qué es y para qué sirve

El tipo de interés nominal nos ayudará a decidirnos por un producto bancario u otro, ya se trate de productos de ahorro o de financiación para determinados fines.

Tipo de interés nominal (TIN): significado

El tipo de interés nominal es la rentabilidad obtenida en una operación financiera que se capitaliza teniendo en cuenta el capital principal y el periodo de tiempo que dura la operación. Es decir, no tiene en cuenta la inflación, ni otros gastos ni comisiones derivadas de la operación. Para más información sobre todas las comisiones dirígete a nuestro artículo sobre el TAE.

Por su parte, el tipo de interés nominal también es el precio que nos cuesta recibir dinero prestado de una entidad financiera. Es decir, es un porcentaje sobre el capital recibido que deberemos devolver al banco junto con la cantidad inicial prestada.

¿Qué productos financieros tienen TIN?

Los productos financieros de ahorro, así como los préstamos personales e hipotecarios son los que cuentan con algún tipo de interés nominal. En las cuentas corrientes o cuentas nómina el TIN es generalmente cero, lo que quiere decir que son productos que no dan rentabilidad.

Productos de ahorro

Los productos de ahorro más populares son las cuentas de ahorro y los depósitos. En este contexto, el tipo de interés nominal representa la rentabilidad de estos productos. Es decir, cuanto mayor sea el tipo de interés, mayor rentabilidad y más atractivo será para los clientes abrirse una cuenta de ahorro o contratar un depósito con la entidad.

En general, estos productos no tienen comisiones de apertura, mantenimiento o cierre anticipado, por lo que se trata de depositar cierto capital en uno de sus productos de ahorro, con el hándicap de recibir unos intereses por ello.

Préstamos personales e hipotecarios

En cambio, en los préstamos e hipotecas, el tipo de interés nominal es lo que el cliente paga a la entidad financiera por recibir capital prestado. En este caso, cuanto menor sea el tipo de interés, más atractivo será para el cliente solicitar un préstamo personal o hipoteca con una u otra entidad.

Ejemplo práctico

Supongamos que contamos con un capital de 1.000 € y que el banco A ofrece una cuenta de ahorro con un 1% de tipo de interés nominal anual; mientras que el banco B ofrece una cuenta de ahorro al 0,5% de interés nominal semestral. ¿Qué banco ofrece el producto más rentable?

Para poder realizar la comparativa de ambos productos, debemos tener en cuenta que no cuentan con el mismo horizonte temporal. Es decir, en este ejemplo no podemos asumir que la cuenta de ahorro del banco A ofrece mayor rentabilidad que el B, sin calcular antes lo que nos darían en este último banco:

  • Banco A:

1% (anual) de 1.000 €, supone una rentabilidad de 10 € en un año.

  • Banco B:

0,5% (semestral) de 1.000 €, supone una rentabilidad de 5€ cada seis meses, o sea, 10€ en un año.

Resulta que ambos bancos ofrecen la misma rentabilidad en sus productos de ahorro.

Diferencia entre tipo de interés nominal y tipo de interés real

Como mencionábamos, el tipo de interés nominal sólo tiene en cuenta el capital y el periodo de tiempo que dure la operación. Es decir, se trata de una tasa fija y proporcional a dicho periodo de vida del producto financiero en cuestión (pudiendo ser mensual, semestral, anual, etc.).

Por el contrario, el tipo de interés real sí tiene en cuenta la inflación, por lo que proporciona información sobre la rentabilidad real de un producto de ahorro y el coste real de un préstamo personal e hipotecario.

Ejemplo práctico

Si depositamos 1.000 € en un depósito a plazo fijo durante un periodo de 12 meses, a un tipo de interés nominal del 0,2%, la rentabilidad obtenida cuando venza el depósito será de 2€, o sea, recibiremos 1.002€.

Si la inflación ese año hubiera sido del 0,2%, los 1.002€ recibidos a final de año tendrían exactamente el mismo valor que el año anterior, por lo que el tipo de interés real sería 0.

Tipo de interés fijo, variable y mixto

En relación a los tipos de interés, seguro que has oído hablar de tipos de interés fijo, variable y mixto, aplicados en la solicitud de hipotecas, principalmente. Pero ¿sabes cuál es la diferencia entre ellos y cuál deberías escoger a la hora de solicitar financiación?

Tipo de interés fijo

Como su propio nombre indica, este tipo de interés se mantiene fijo durante todo el periodo de vida de la operación. Es decir, no depende del Euribor ni de otros índices de referencia, por lo que siempre se paga la misma cuota a la entidad que nos ha concedido la financiación.

Tipo de interés variable

El tipo de interés variable depende de ciertos índices de referencia, siendo el Euribor el más habitual. Esto significa que la cuota a pagar de una hipoteca variará en función de la evolución a la alta o a la baja del Euribor. Dicha revisión del tipo de interés se realiza cada seis o doce meses.

Tipo de interés mixto

Un tipo de interés que se encuentra entre el tipo de interés fijo y variable, es el mixto. Con este tipo de interés, durante los primeros años del pago de una hipoteca se aplica un tipo de interés fijo, mientras que para los próximos años se aplica un tipo variable.

¿Cuál es mejor?

En cuanto a la pregunta de qué tipo de interés es mejor opción a la hora de solicitar una hipoteca, no hay ninguna respuesta correcta. Al depender del Euribor los tipos de interés variable y mixto, cada uno debe valorar si está dispuesto a asumir el riesgo de que éste suba y, por tanto, también lo haga su cuota a pagar.

Por ejemplo, si no queremos incurrir en la incertidumbre de cuál será nuestra cuota a pagar cada año, la elección del tipo de interés fijo puede ser la más acertada, pues te permite organizar tus finanzas previamente y asegurarte de que podrás pagar la cuota establecida.

Si, por ejemplo, nuestra idea es quitarnos gran parte de la hipoteca durante los primeros años, la elección del tipo de interés mixto puede ser interesante, ya que el tipo fijo que se aplica durante los primeros años suele ser inferior que el de las hipotecas con tipo de interés fijo. Además, cuando más adelante se nos aplique el tipo de interés nominal, nos quedará poco capital que amortizar y no habremos corrido demasiado riesgo por la posible subida del Euribor.

Fuentes: El Economista, Economipedia, El País

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Autor del artículo:

Patricia García Beneytez

Patricia es Graduada en Economía por la UNED. Ha residido en Irlanda desde 2013 a 2020, donde ha trabajado en empresas financieras.