Por este motivo, si utilizas este medio de pago de forma habitual, es importante que tengas en cuenta ciertas reglas que te ayudarán a hacer el mejor uso de tu tarjeta y evitar la caída en sobreendeudamiento utilizando un capital que posteriormente no podrás devolver.
Elige bien tu tarjeta
Hay tarjetas adecuadas para cada necesidad y perfil de consumo. Ten en cuenta los criterios básicos para elegir una tarjeta de crédito: que sea gratuita o con bajo coste de mantenimiento y de renovación, con un tipo de interés lo más reducido posible y bajas comisiones por descubierto. Ten siempre claras todas las condiciones asociadas y los costes incorporados.
Controla tus gastos
Sea responsable desde el principio. Debes anotar y comprobar todos los recibos y realizar un presupuesto con tus gastos e ingresos fijos mensuales, es decir, conocer tu situación económica de manera que, aunque surja un imprevisto, puedas liquidar tu deuda con la tarjeta de crédito.
Establece un límite a la tarjeta
Antes de realizar una compra, considera si realmente necesitas hacerla. No use tu tarjeta de crédito para comprar cosas que realmente no puede pagar. La posibilidad de fijar un límite diario o semanal ayuda a controlar tus gastos mensuales realizados con el dinero de plástico. El objetivo es no excederse en compras con dinero que no tienes en tu cuenta. No incrementes tu límite si no estás seguro de poder asumirlo.
Ten en cuenta el interés por pago aplazado
Como hemos comentado anteriormente, las tarjetas de crédito ofrecen dos modalidades: pago a final de mes o pago fraccionado. A la hora de planificar el presupuesto de los meses futuros, es fundamental conocer cuál será el interés que tendrás que pagar si reembolsas el capital en cuotas mensuales, para asegurarte que seas capaz de hacerlo. Cuando puedas, paga todo el saldo.
No financies tus compras a largo plazo
Es normal utilizar la tarjeta de crédito para ir acumulando compras y pagar todas ellas a final de mes sin que ello suponga un coste extra. Sin embargo, alguna gente la emplea como una forma de financiación, pagando progresivamente mes a mes la deuda acumulada de sus compras. En este caso, debes tener mucho cuidado, ya que los intereses que se acumulan suelen ser elevados. Es decir, las tarjetas de crédito no son una buena solución para financiar tus compras a largo plazo.
No pagues las deudas de otras tarjetas
Trata de no utilizar una tarjeta de crédito para pagar las deudas de otras, ni tampoco debes acumular nuevas tarjetas cuando hayas agotado completamente el saldo de las existentes. Si agotas el saldo de tus tarjetas, debes dejar de gastar, cubrir el déficit con ahorros, o pedir ayuda. Si las deudas te están causando problemas, consigue ayuda cuanto antes. Piensa en consultar a un consejero de crédito que puede ayudarte a salir de deudas.
Hacer un correcto uso de las tarjetas de crédito significa tener una mejor salud financiera, aprovechar mejor el instrumento de crédito, organizar mejor tus finanzas y mantener una buena relación con la entidad financiera para futuros créditos.