2 razones principales para hacer la reforma de tu casa
1. Mejorar la eficiencia energética
Sin cualquier duda, una casa conlleva muchos gastos. Teniendo en cuenta la subida del precio de los suministros cada año, la inversión centrada en la reforma energética podría hacerte ahorrar mucho dinero. Cambiar las ventanas para el mejor aprovechamiento de la luz, así como de las fugas de calor en invierno, reduciendo el gasto en calefacción, elegir sistemas de iluminación de bajo consumo, comprar electrodomésticos ecológicos, etc. Un buen equipamiento de tu hogar es el punto clave para empezar ahorrar.
2. Revalorizar la casa antes de alquilarla o venderla
Cualquier cambio que hagas en tu vivienda te ayudará a incrementar el valor económico de tu casa dentro del mercado inmobiliario. Piensa una reforma como una inversión. Al fin, la reforma puede ayudarte a conseguir alquilar tu piso por mejor precio o podrás disfrutar de una venta más satisfactoria. Porque, en cualquier momento, puede llegar la persona que se muestre interesada en adquirir la casa recién reformada.
¿Cómo hacer frente a los gastos de la reforma?
Una vez estés frente a una reforma de tu vivienda, en general, tienes tres principales opciones. Utilizar tus ahorros personales para cubrir los gastos de la reforma, solicitar una ampliación de la hipoteca vigente y, por último, solicitar un préstamo personal, es decir un préstamo reforma.
¿Qué conviene más?
De hecho, no existe una respuesta única para esta pregunta, sino que depende de tu situación específica. En general, un préstamo reforma es una alternativa que deberías considerar cuando la cantidad que necesitas no es muy alta, no dispones de liquidez suficiente para afrontar el coste de la ampliación de la hipoteca, o bien, el banco no te permite extender tu préstamo hipotecario existente.