En general, un plazo de amortización largo rebaja el importe de las cuotas, pero aumenta los intereses que deberás pagar. Al contrario, un préstamo con el plazo corto tiene elevado el importe de las cuotas, pero rebaja los intereses, así que al final pagarás menos. Está bien claro, que si quieras disminuir el coste total de la deuda y reembolsarla lo antes posible, es recomendable elegir la cuota más elevada que puedas, tanto para reducir el plazo de préstamo, como para ahorrar en intereses.
Así también devolver el préstamo con antelación puede ser una buena opción para ahorrar, cancelando la deuda y quitando el pago de los intereses. No obstante, existen varios motivos para liquidar la deuda anticipadamente. Puede ser que quieres cambiar tu préstamo actualmente contratado por uno con las condiciones más convenientes. En caso de los préstamos con plazo de reembolso largo, sí tiene sentido cambiar de préstamo si buscarás un otro con las condiciones más favorables. O solo ya dispones de dinero y no queda necesario continuar con el préstamo contratado antes.
Condiciónes de la amortización anticipada
En todos casos, para no quedarse sorprendido, lo más importante es que consultes atentamente las condiciones de reembolso anticipado que te ofrece la entidad prestamista particular, antes de firmar el contrato de préstamo. Aunque existen muchas entidades financieras que no aplican ningún coste adicional en caso de la amortización anticipada, las otras pueden establecer en sus condiciones una comisión. Normalmente se cobra un máximo del 1% sobre el importe anticipado, si el plazo de devolución pendiente es superior a un año. En caso de que sea inferior a un año, la comisión no puede superar el 0,5% sobre el capital reembolsado.
Sin dudas es una buena opción abonar la deuda con antelación siempre y cuando tu entidad prestamista permite esta posibilidad gratuitamente. Pero ¿conviene amortizar de manera anticipada un préstamo pagando una comisión?