Los préstamos rápidos permiten conseguir un extra de liquidez de manera sencilla y rápida, en línea y en cuestión de minutos. Sin embrago, es muy importante que sepas utilizarlos de manera responsable. En general, es siempre recomendable que no dependas solamente del dinero prestado, sino que puedas emplear también tus propios fondos. Así podrás pedir prestada una cantidad menor, lo que significa tanto pagar menos intereses, como disminuir el riesgo de impago.
Ahorra y crea un fondo para las vacaciones
Para crear un fondo para el verano, primero establece tu objetivo de ahorro. Considera cuánto dinero crees que te costarán tus vacaciones y calcula cuánto dinero necesitas ahorrar cada semana o mes para alcanzar esta cantidad. Luego puedes por ejemplo asignar directamente el 5% o 10% de tu salario a tu cuenta de ahorros.
Revisa tus gastos mensuales, identifica los más esenciales tales como el alquiler, alimentos, recibos de luz y agua, etc. No olvides incluir también todos tus gastos que tienes ligados a la tarjeta, seguros, teléfono móvil y otros. Después de identificar los gastos esenciales, revisa tus gastos totales al final del mes.
Comienza a ahorrar dinero inmediatamente. Puedes llevar tu almuerzo al trabajo en lugar de comprar cada día. Empieza a caminar o montar su bicicleta para ir a trabajar y ahorrar dinero en transporte público o en gasolina. Aprovecha cada posibilidad para guardar el dinero.
No tengas miedo de emplear también las aplicaciones que te pueden ayudar a buscar las tiendas que tienen las mejores ofertas, ya que los ahorros pueden ser significativos. Además, hay varias aplicaciones que pueden ayudarte a realizar un presupuesto y manejar tanto tus ingresos, como tus gastos mensuales.
¿Cómo ahorrar en las vacaciones?
El ahorro debe empezar desde casa. Busca opciones atractivas y baratas, no te cierres a una única propuesta y utiliza los buscadores de vuelos y hoteles. Evita destinos de moda o en temporada alta. Compara ofertas y busca las alternativas. Las playas de arena fina, aguas cristalinas, ambiente inolvidable – todo eso puedes encontrar más cerca y más barato de que piensas.
Considera también qué vas a hacer en el destino elegido. Si no tienes planes para llevar a cabo cada día, tendrás que improvisarlos, lo que muchas veces significa gastar por gastar simplemente para pasar el rato. Así, si es posible, conviene consultar todo lo que ofrece el destino donde te alojas por días.
En cuanto a la alimentación durante tu viaje, recuerda que muchas compañías de vuelo compensan el precio bajo del billete encareciendo sus productos a bordo. Así, ya que resulta bastante más cara de lo que realmente cuesta, si necesitas ahorrar y disminuir el coste total de tus vacaciones, evita consumir la comida servida en aviones u otros medios de transporte. En estos casos conviene llevar la comida preparada que sirva para pasar el hambre. Una vez en tu destino final, en lugares donde comer fuera pueda resultar muy caro, puedes contratar una pensión media o completa, o encontrar un buffet libre económico, según el tipo de alojamiento. Ojo con los restaurantes, evita aquellos que se sitúen en las zonas turísticas, ya que suelen tener los precios elevados.
Planifica las actividades y salidas por días. Tener la planificación en mente te sirve para saber qué te apetece realmente y que no, además de tener en cuenta factores como el cansancio o la saturación de planes. Puedes viajar bien, comer bien, disfrutar al máximo todo lo que te apetece y aun así no resentirse tu bolsillo. Siempre y cuando seas moderado en gastar y responsable en ahorrar.
