¿Por qué ocurre este cambio?
Un factor muy importante es el precio, la compra de un coche nuevo es una de las inversiones, junto a la vivienda, que más afecta a nuestros bolsillos. Bien sea pagar el coche al contado o financiar la compra, el desembolso es lo suficientemente alto como para plantearnos si podemos incurrir en dicho gasto. Además, los coches son uno de los bienes que más se devalúan con los años, por lo que una vez salen del concesionario ya no recuperarás su valor original.
Otro factor determinante es el cambio climático, las restricciones de movilidad dentro de las ciudades son cada vez más frecuentes y, en un futuro no muy lejano, probablemente no puedas acceder al núcleo urbano con tu coche particular si no es eléctrico.
Además, nuestros hábitos de vida están cambiando. Cada vez más personas buscan moverse por la ciudad de una forma más flexible y saludable, aprovechando los trayectos para practicar ejercicio a diario. Es por ello que muchas ciudades están dando prioridad a otros medios de transporte, como el uso de las bicicletas, dejando aparcado el coche en casa.
¿Cómo ha reaccionado el sector automovilístico?
Aunque sigue habiendo muchas personas que compran un coche, el sector automovilístico ha sido capaz de identificar esta nueva tendencia y proponer una solución práctica y adaptada al cambio. Hablamos de las modalidades conocidas como Renting y Leasing, una alternativa flexible que se adapta a los nuevos tiempos.
El Renting es un contrato para adquirir un vehículo durante un periodo de tiempo determinado. Pagando una cuota fija todos los meses, la compañía de Renting se encarga de todos los servicios asociados al coche, como puede ser el mantenimiento del mismo, cambio de neumáticos o las reparaciones mecánicas que puedan surgir. Además, se incluye el seguro a todo riesgo, por lo que el propietario no se tiene que encargar de realizar ninguna gestión.
El Leasing es un contrato de arrendamiento de vehículos a medio o largo plazo con una opción final de compra. Pagando una cuota de entrada y una cuota fija todos los meses, el vehículo pasará a ser del propietario, por lo que esta modalidad no incluye ni mantenimientos, ni reparaciones, ni el seguro a todo riesgo.