Debido a los inversores privados y falta de regulación o normativa, las condiciones de estos créditos suelen ser menos restrictivas que las de un banco tradicional, puesto que los requisitos que solicitan los inversores privados para conceder el crédito a las pequeñas y medianas empresas (pymes) son menores.
Ventajas del direct lending respecto a la financiación tradicional
Como ya hemos mencionado, al contrario del sector bancario tradicional, para los préstamos del sector privado destinados a los pymes no existen restricciones ni limitaciones, lo que permite la mayor flexibilidad para adaptarse a las necesidades de la empresa en cuanto a los importes, plazos, garantías, costes, etc.
En la mayoría no es necesario contratar productos vinculados y los requisitos son mínimos, ya que no exigen ni antigüedad ni vinculaciónes para poder acceder a estos préstamos. Al contrario de los bancos, no se requiere una vinculación previa, ni la apertura de cuentas ni la contratación de otros productos.
La mayor parte del proceso se lleva a cabo online, se necesita menos tiempo para llevar a cabo todo el proceso. Así, la velocidad de concesión es más rápida que el tratamiento en banco tradicional.
Además, frente a emisiónes en el mercado, no es necesario ni publicar el destino de los fondos, ni las cuentas anuales.
¿Cuáles son los inconvenientes?
En general, los costes de los préstamos directos suelen ser más altos que los de préstamos que ofrecen a las empresas las entidades bancarias.