No tienes claro para qué y cuánto dinero exactamente necesitas
Es fundamental que pidas sólo el dinero que necesitas. Si no, puedes incurrir en una deuda mayor sin necesidad y eso nunca es una decisión correcta. Debes pedir el dinero estrictamente necesario para cubrir la situación de deficiencia económica temporal. Antes de solicitar un préstamo, debes saber exactamente: para qué lo pides, cuánto dinero necesitas y cuándo lo necesitas. Si no tienes claras estas tres premisas antes de pedir dinero prestado, existe riesgo de que pierdas dicho dinero en otras cosas antes de que llegue el momento del pago.
No dispones de unos ingresos estables
Cuando no cuentas con unos ingresos estables ni previstos ingresos futuros que te permitan tener la seguridad de pagar en el plazo establecido el préstamo concedido, esto supone un problema crucial. A veces cada uno puede enfrentarse a unos gastos imprevistos. Sin embargo, si tienes cada fin del mes problemas pagar tus cuentas y tus gastos mensuales superan tus ingresos, sufres de una insolvencia financiera de forma permanente. En este caso, solicitar un préstamo sólo te va a traer mucho más problemas. Si no tienes ingresos suficientes para cubrir tus gastos mensuales, ¿cómo podrías cancelar tu préstamo contratado con todos los intereses? Sin pagar el préstamo al tiempo, la penalización por demora y otras comisiones te dejarán perdiendo aún más dinero.
La devolución siempre tiene que ser prioritaria. Cuando pides un préstamo, pagar las cuotas del préstamo concedido para cancelar de la mejor manera la deuda con la entidad prestamista tiene que ser tu prioridad.
No tienes dinero para gastos periódicos
Los gastos continuados, como por ejemplo un alquiler de casa o una hipoteca, se dilatan a lo largo del tiempo. Utilizar dinero prestado para pagar este tipo de gastos no es la solución más óptima. Especialmente los préstamos y créditos rápidos deben usarse en medida de lo posible para todo tipo de gastos puntuales e imprevistos que no se alarguen demasiado en el tiempo.
Necesitas dinero para pagar tus deudas
Es posible que tienes unas deudas que necesitas pagar de manera rápida. Pedir dinero prestado para solucionar este tipo de problema sirve solo de manera temporal pero no definitiva, ya que te contraes otra deuda a la vez. Utilizar los préstamos y créditos para pagar otras deudas puede conducir a una espiral de endeudamiento. Excluyendo los préstamos especiales de consolidación de deudas, pedir dinero prestado para pagar otras deudas conduce principalmente a un endeudamiento aún más grave.
Quieres realizar una inversión arriesgada
Como ya hemos comentado, los préstamos deben pedirse cuando tienes cierta seguridad de que podrás pagar las cuotas de devolución. Pedir un préstamo o crédito para realizar inversiones de alto riesgo no es buena opción. Estas inversiones conllevan un gran riesgo y es probable que no salga todo bien. Si además lo que intentas es pagar las cuotas de tu crédito con lo ganado gracias a la inversión, puedes llegar a un problema grave de solvencia a la hora de la devolución.
Cuando tengas todas estas situaciones controladas, la opción de pedir un préstamo o crédito puede ser muy efectiva y facilitarte la solución ideal y la ayuda perfecta en algunos casos concretos.