Cuando se ha solicitado un préstamo personal o cualquier otro tipo de financiación, lo importante es quitarse la deuda cuanto antes para que esta no pueda llegar a convertirse en un problema. Recuerda que, aunque hayas solicitado un crédito porque tus ingresos actuales te permiten devolverlo sin dificultad, tu situación económica puede cambiar en cualquier momento, y si ese momento llega y aún te quedan cuotas por devolver, puedes incurrir en impagos y, con ello, en un aumento de la cantidad a devolver a la entidad.
Es por ello que, siempre que se pueda, se recomienda reducir el plazo del préstamo lo máximo posible con el fin de reducir el gasto de los intereses por el dinero prestado. Leer más en nuestro artículo Elige bien el plazo y ahorra en tu crédito.
A continuación, se muestran algunos consejos para devolver un préstamo personal cómodamente y evitar incurrir en problemas económicos que nos puedan sorprender en el futuro:
Amortización anticipada
A pesar de haber establecido ya el plazo del préstamo con la entidad, si en algún momento podemos permitirnos amortizar deuda de manera anticipada, es recomendable hacerlo. Por ejemplo, si has recibido ingresos extra o has ahorrado más de lo esperado durante algunos meses, puedes utilizar esos fondos para pagar una mayor cuota del préstamo personal.
Si lo haces, podrás elegir entre las siguientes dos opciones que mejor te convengan para seguir devolviendo la cantidad recibida:
1. Mantener la cuota mensual y reducir el plazo
Debido a que has realizado un pago mayor de lo que correspondía, es decir, has amortizado deuda de manera anticipada, puedes decidir mantener la misma cuota mensual y ver reducido el plazo del crédito. Esta opción es interesante para pagar menos intereses y quitarte antes la deuda pendiente con la entidad.
2. Mantener el plazo y reducir la cuota mensual
Por el contrario, también puedes optar por reducir la cuota mensual a devolver y mantener el plazo del préstamo. Con esta opción no ahorrarías en el pago de los intereses, pero conseguirías vivir menos ahogado al tener que devolver una cuota inferior a la que pagabas antes de la amortización anticipada.
Por ejemplo, esta opción sería interesante si tus ingresos han disminuido y no puedes prescindir de toda la cantidad de dinero que antes destinabas a devolver el préstamo, o si el tipo de interés es tan bajo que te compensa pagar menos para vivir mejor, y mantener el plazo del préstamo.
Evitar gastos innecesarios
Tanto si te es posible realizar amortizaciones anticipadas como si no, es muy importante controlar tus gastos superfluos, al menos hasta que hayas terminado de devolver el préstamo. Recuerda que cuando tenemos una deuda encima de la mesa, lo mejor es devolverla cuanto antes para que no pueda generarnos problemas futuros indeseados.
Por ejemplo, contabiliza tus ingresos y gastos y analiza de qué partidas puedes prescindir porque no sean gastos necesarios, al menos durante algún tiempo. Esto es algo que cada uno deberá valorar según sus preferencias e intereses. Así, habrá quienes decidan prescindir del abono mensual del gimnasio, de salidas los fines de semana, o de ciertas compras habituales.
A veces, si queremos tratar de ahorrar un poco más cada mes, basta con analizar muchos de nuestros recibos, como nuestras facturas de gas y electricidad, y entender lo que estamos pagando exactamente, pues a veces tenemos contratos seguros u otros servicios que en realidad no utilizamos.
Utilizar cualquier tipo de pago disponible
A la hora de devolver financiación no solemos considerar otros métodos de pago que no procedan de nuestros ingresos mensuales. Sin embargo, si contamos con ahorros en el banco podemos plantearnos hacer uso de ellos de manera puntual para ayudarnos a devolver el préstamo antes de tiempo. O a lo mejor contamos con un artículo o bien que tiene valor económico y que no utilizamos, y este pueda ser un buen momento para venderlo y utilizar esos fondos para amortizar parte de la deuda.
En definitiva, lo importante es ser conscientes de que tenemos una deuda con la entidad que debemos devolver a tiempo, o incluso anticipadamente, para evitar vernos envueltos en situaciones de impago que traerán consecuencias, como el aumento de la cantidad a devolver, pudiendo llegar a una situación insostenible de la que sería muy difícil salir.
Fuentes: Finbino, Economía Responsable, Evo Banco
