En general, al contrario de los préstamos hipotecarios tradicionales, en caso de las hipotecas inversas la entidad prestamista te paga dinero debido a tu vivienda puesta como garantía. El dinero prestado de esta manera (pagado en cuotas o en total) se devuelve a una fecha establecida (en algunos casos hasta al día de fallecimiento del prestatario). En el mercado existen varios tipos y modalidades de estas hipotecas.
¿A quién se puede conceder una hipoteca inversa?
Principalmente, el producto está destinado y se concede a las personas de edad mínima 65 años, que tienen una vivienda en su propiedad. No obstante, pueden ser también las personas afectadas de dependencia, o con una discapacidad severa reconocida. Además, es necesario que la vivienda haya sido tasada y asegurada contra daños.
¿Cómo funciona el cobro de la renta?
En primer lugar, el importe depende del valor tasado de tu vivienda. Cuanto más valor tenga tu inmueble, mayor será el importe disponible. Además, depende también de tu edad actual, ya que con edad más avanzada puedes conseguir importes superiores.
En cuanto a las distintas formas de obtener el dinero concedido, menos común es el pago en una única cuota. En mayoría, el prestatario recibe el dinero en las cuotas mensuales fijas. Existen también las hipotecas inversas de renta mixta, proporcionando un anticipo de capital y el resto del importe en unas cuotas periódicas.
En función del plazo, existen las hipotecas inversas temporales, que ofrecen importes más elevados, pero no aseguran una renta mensual hasta el día del fallecimiento del prestatario. Al contrario, las hipotecas inversas vitalicias (para el resto de la vida) garantizan el cobro de la renta hasta el fallecimiento del prestatario, sino ofrecen cuotas mensuales más bajas.