1. Son muy caros
Hay mucha gente que piensa que los préstamos y créditos rápidos cuentan con unos intereses excesivamente elevados. Sin embargo, no siempre es verdad. Se pueden encontrar entidades financieras que aplican en sus productos unos honorarios inferiores a los de los préstamos y créditos bancarios, además existen ofertas de préstamos rápidos online gratis, sin intereses ni comisiones. Por otro lado, algunos créditos urgentes sí tienen intereses altos. Siempre debes utilizarlos de forma responsable, pedir una cantidad ajustada a lo que necesitas y saber que vas a devolver el dinero lo antes posible para evitar que se genere una deuda elevada.
2. No están controlados ni regulados
Tampoco es verdad. Por ejemplo, los mini préstamos están regulados por la Ley 22/2007. En general se puede decir que los préstamos y créditos al consumo están regulados de distintas formas en función del tipo de la entidad financiera que los ofrece. Pueden disponer de licencia bancaria y si no, están bajo la supervisión de otras leyes. En ningún caso actúan por libre, sin estar responsables antes nadie. Además, los prestamistas de créditos rápidos se unen en AEMIP (la Asociación Española de Micropréstamos), una entidad que nació de la motivación de las empresas del sector por realizar un ejercicio de protección del sector y sus clientes.
3. Nunca te aprueban tu crédito
Mucha gente considera que este tipo de financiación no exige el cumplimiento de ciertos requisitos. Sí, son más flexibles, todo el proceso se puede realizar en pocos minutos, sin apenas papeleos, basta con proporcionar tu número del DNI, una cuenta corriente de la que seas el titular, un documento que acredite que eres residente en España, un número de teléfono y una dirección de correo electrónico. Sin embargo, cualquier prestamista necesita confirmar que el solicitante dispone de ingresos suficientes para garantizar la devolución del dinero prestado. Así, no todos los préstamos rápidos que se solicitan terminan aprobados.